No os dejéis engañar por las apariencias que, aunque tenga un video en Instagram colgado bailando con el mocho, una foto en el urinario o se me vaya la mano con la moda chandalista, somos capaces de hacer maravillas como esta. Es como cuando ves a los padres de las modelos y te preguntas qué tendría que decir Mendel a semejante toreo de sus teorías genéticas. Pues igual.
Este banco de roble nos ha dicho que se ha ido para no volver. Que prefiere con creces esta casa tope moderna que ha diseñado Rez Estudio (estos chicos lo valen y mucho) que nuestro taller con techo de uralita. Y nosotros, que tenemos el corazón de oro de cualquier protagonista de Disney, que no se apalanca ante el sufrimiento, lo entendemos perfectamente. Incluso somos felices.
Fotos: Rez Estudio