Sobre el mueble:
Al final, el bolso acaba siempre en cualquier parte, a no ser que tengas un perchero como este en la entrada de tu casa. Entonces, es llegar y dejar todo ahí colocadito para que no se pierda. El móvil, la bufanda, las llaves, la cartera, el sombrero, el paraguas, la merienda para que no se te olvide, la lista de la compra o un mensaje de amor. Y así, no tendrás que recorrerte la casa a gatas buscando desesperado o desesperada las llaves del coche entre montones de juguetes porque al pequeño extraterrestre de la casa le ha dado por cogerlas y ponerlas a buen recaudo en un sitio insospechado. Y los minutos pasan y pasan y pasan. O salir y cerrar la puerta justo en el momento en el que te das cuenta de que te has dejado las de casa dentro. Aló, ¿cerrajero de urgencias al aparato?

Materiales:
Madera de calabó teñida y barnizada, con pintura de pizarra y plancha de corcho.

Fotografías:
Jimena Roquero