Sobre el mueble:
Tenía anteriormente unas baldas suecas que se le estaban cayendo por el gran peso de la cultura y llegamos nosotros al rescate para hacerle la vida más enderezada. Manejando un cuatrimotor. ¿Y saben lo que pasó? Que todas las baldas blandengues cogieron la de Panamá. Sí, no me mires así, @tutchy, que las dos sabemos que aquellas baldas blancas tenían que pasar a mejor vida y ser sustituídas por algo de tu altura y prestancia. La susodicha clienta se decantó por un modelo sencillo donde los haya y nosotros ejecutamos el proyecto con la profesionalidad que siempre nos acompaña. Y seguramente, nos invitaría a comer. Ahora no me acuerdo pero comos somos parásitos profesionales seguramente le sacamos un rotí relleno con pasas y una ensalada de lechugas. Pero lechugas silvestres, por lo menos. He vuelto envarias ocasiones a ver esta estantería y sigue viva, recta, moderna y atiborrada de vida. Atrás quedaron los blancos y los suecos, pero otros más interesantes llegaron para quedarse. Así es ella, nuestra musa.

Materiales:
Guías metálicas con baldas en madera rechapada de roble barnizada en su color.

Fotografías:
Jimena Roquero