Sobre el mueble:
Llegar a casa y que huela a legos gratinados, a puré de plastilina, a sopa de canicas... ¿cómo puede evitarse un lujo semejante? Cocinar es cuestión de romover el guiso, añadir ingredientes, buscarlos en los cajones, esperar, imaginar, oler sin olor, servir en los platos, preparar la mesa... ¿cuándo has visto un juguete en le que quepa todo eso? Difícil.

Materiales:
Madera de calabó barnizada al agua y pintada, con trasera empapelada.

Fotografías:
Jimena Roquero