Este mueble lo hicimos porque sí, porque soplaba el viento y el sol se sostenía en el cielo sin caerse hacia abajo, cosa que es sorpresiva cuanto menos y que había que celebrar por mucho que pase todos los días. Está hecho con mucha paciencia, porque las curvas las talló todas mi querido carpintero y compañero (bola bajo la balda incluida) porque no teníamos ni tenemos máquinas para curvar la madera en Picapino’s workshop ni torno ni nada moderno. Jimena dijo que lo quería y a mi, aunque he de decir que me dio penilla deshacerme de él, le tengo echado el ojo a un mueble chulísimo que iría que ni pintao en ese hueco exacto. Let it go!
Madera de pino maciza teñida y encerada.
Estamos a su disposición para más información.